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Accesibilidad en la industria audiovisual: Comparamos el modelo de coordinación de acceso con el cine inclusivo

En los últimos años, la accesibilidad en la industria audiovisual ha cobrado mayor relevancia, impulsando iniciativas que potencian la diversidad y la inclusión. Entre las soluciones propuestas, ha surgido la figura del coordinador de acceso, un nuevo departamento y perfil profesional que «garantiza la participación de personas con discapacidad detrás de la pantalla, su representación no estereotipada en pantalla y la consideración de la accesibilidad desde la fase de producción y exhibición actuando como puente entre el equipo creativo y el equipo de accesibilidad».

Para conocer esta propuesta , y ya que se nos ha preguntado en varias ocasiones sobre ella, a continuación, la comparamos con el cine inclusivo.

El modelo del coordinador de acceso

La coordinación de acceso es un modelo que se promueve mayoritariamente desde diferentes ámbitos universitarios y académicos. Consiste en un profesional especializado cuya principal tarea es garantizar que una producción audiovisual cumpla con determinados estándares de accesibilidad. Su función se centra en supervisar y asesorar sobre la representación, la participación y la planificación de medidas accesibles dentro del proceso de producción. Esto permite que tanto las empresas de accesibilidad como las personas con discapacidad cuenten con mejores condiciones para desempeñar su trabajo.

El modelo plantea que la audiodescripción, por ejemplo, «se tenga en consideración desde el proceso de producción de una obra mediante la colaboración entre el equipo creativo y el equipo de accesibilidad. Esta figura está encargada de coordinar y supervisar las medidas necesarias para que tanto la producción como la recepción de la obra sean accesibles a todas aquellas personas que quieran utilizar audio descripción».

De la cita se extrae que, si bien su función permite cumplir ciertos requisitos normativos, el coordinador de acceso no sustituye a las empresas de accesibilidad, sino que añade personal especializado al equipo de producción. Su labor se enfoca en la supervisión y la asesoría, sin asumir la responsabilidad total de los ajustes técnicos.

Además, el coordinador de acceso no contempla ciertos aspectos esenciales de la accesibilidad. Por ejemplo, este modelo no plantea la accesibilidad desde la escritura del guion, sino en una fase más tardía de la producción, lo que limita su alcance dentro de la creación y distribución de las obras audiovisuales.

Ventajas de la coordinación de acceso:

  • Garantiza la implementación de medidas específicas, como el subtitulado y la audiodescripción.
  • Proporciona una referencia clara dentro de la producción y fomenta la participación de personas con discapacidad.
  • Facilita la incorporación de accesibilidad en productoras sin experiencia previa en este ámbito.
  • Contribuye a una comprensión más amplia de la accesibilidad dentro del sector audiovisual.
  • Visibiliza las barreras existentes en el modelo actual y promueve una mayor sensibilización.

retos de la coordinación de acceso:

  • Puede generar dependencia de un rol externo sin transformar la estructura interna de la producción.
  • Continúa abordando la accesibilidad como un requisito adicional en lugar de integrarla en el proceso creativo por parte de profesionales cualificados.
  • La incorporación de un nuevo perfil profesional puede dificultar la accesibilidad en producciones de presupuesto reducido.
  • La colaboración entre cineastas y coordinadores de acceso puede generar desafíos en la toma de decisiones.
  • La diversidad y especificidad dentro del sector de la discapacidad y los distintos sistemas de comunicación alternativos presentan retos adicionales para este perfil.

La accesibilidad como responsabilidad compartida

A diferencia del coordinador de acceso, el modelo de cine inclusivo surge desde la industria del audiovisual. Como productora, defendemos la accesibilidad como un principio fundamental y compartido por todos los miembros de un equipo de producción. Creemos que la accesibilidad no debe ser vista como una tarea aislada, ni un añadido que recae sobre un perfil específico, sino como un proceso integral que debe empezar desde el primer momento en que se concibe un proyecto audiovisual. Este enfoque requiere un compromiso real y una colaboración activa entre todos los profesionales involucrados, desde el guion hasta la distribución.

El enfoque integral de accesibilidad de Mi Cine Inclusivo busca no solo la adaptación de las obras, sino que también plantea la accesibilidad como un eje transversal a todo el proceso creativo y productivo. Esto incluye la sensibilización y formación de los miembros del equipo, para que cada etapa —desde el desarrollo del guion hasta la posproducción y la distribución— contemple las necesidades de accesibilidad de manera orgánica, sin necesidad de modificar la obra más adelante.

Diferencias entre el cine inclusivo y el coordinador de acceso

En lugar de depender de un coordinador de acceso para supervisar aspectos técnicos puntuales, este enfoque promueve que todos los miembros del equipo, desde el director hasta el montador, el guionista y los diseñadores de producción, estén capacitados para incorporar las medidas necesarias de accesibilidad en cada fase del proyecto. Esto asegura que la accesibilidad no sea solo un añadido, sino una parte fundamental de la narrativa y la estética de la obra.

Además, al cambiar la mentalidad de los equipos de creación y distribución, promovemos un aprendizaje constante y natural sobre la colaboración y la participación de las personas con discapacidad delante y detrás de la cámara. Este proceso de integración activa no solo fomenta una interacción más inclusiva, sino que enriquece el proyecto con diversas perspectivas y habilidades. De este modo, cada producción se convierte en un reflejo tangible de cómo la accesibilidad se vive de forma orgánica en todas las fases del proceso creativo.

Ventajas del cine inclusivo:

  • Permite planificar la accesibilidad desde el inicio, evitando modificaciones posteriores.
  • Favorece un cambio estructural dentro de la industria, al capacitar a los profesionales en accesibilidad.
  • Reduce costos a largo plazo, al eliminar la necesidad de intermediarios externos.
  • Asegura una relación directa con los equipos de accesibilidad desde el comienzo del proyecto.
  • Se alinea con los principios del diseño universal y las demandas de los colectivos con discapacidad.
  • El cambio de perspectiva permite desarrollar cualquier proyecto de forma autónoma e inclusiva.

Retos del cine inclusivo:

  • Requiere formación específica dentro del sector audiovisual.
  • Implica una transformación profunda en la forma de producir contenido.
  • Puede tardar más en implementarse si no existe un compromiso real en la industria.

¿Hacia dónde debe dirigirse la industria?

El debate no se centra en la necesidad de la accesibilidad, sino en la forma de incorporarla. Si bien el modelo del coordinador de acceso puede resultar útil en ciertos contextos, el verdadero cambio estructural ocurre cuando la accesibilidad deja de ser un añadido y se convierte en un pilar fundamental del proceso creativo.

El ecosistema de cine inclusivo de Mi Cine Inclusivo busca precisamente esto: formar profesionales con una visión integral de la accesibilidad, incluyendo aspectos que el modelo del coordinador de acceso no aborda en profundidad.

La accesibilidad en el cine no debería percibirse como una obligación externa, sino como un principio que transforme la industria desde su núcleo. Lograrlo depende de la implicación de todos los profesionales.

Si deseas conocer más sobre este enfoque, consulta los recursos de Mi Cine Inclusivo o participa en nuestras iniciativas para hacer del cine un espacio verdaderamente accesible para todos.