En diciembre de 2017 redactamos un documento llamado «Nuevos planteamientos sobre accesibilidad en medios audiovisuales». Este ha sido presentado a distintas entidades y, a lo largo de los años, fue evolucionando hasta convertirse en una de las bases de nuestra tesis doctoral.
Por supuesto, en 2023 mucho de lo que se dice ya ha sucedido, pero sirva este post para recordar el trabajo que realizamos en aquel momento y dejar constancia de él.
Puedes leerlo en formato pdf o aquí a continuación.
Nuevos planteamientos sobre accesibilidad en medios audiovisuales – Introducción
Según la RAE, la cultura es el conjunto de conocimientos que permite a las personas desarrollar su juicio crítico. Esta breve pero compleja definición demuestra que la cultura no solo es la suma de lo que aprendemos, sino la forma en la que ese conocimiento nos influye.
Actualmente, el acceso cultural de las personas con discapacidad es insuficiente, ya no tanto en su cantidad sino en su calidad. Según los informes del CERMI estatal (Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad), “existe un vacío legal”, sobre todo a nivel cinematográfico, así como una “carencia de elementos y criterios de calidad en la prestación de los servicios de apoyo a la accesibilidad para las personas con discapacidad a los servicios de comunicación audiovisual”[1].
Además, tal y como expone CESyA en su página web (Centro Español de Subtitulado y Audiodescripción), “el CESyA colabora con el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (…) en la definición del perfil profesional de subtituladores y audiodescriptores. (…) Actualmente, las universidades españolas han iniciado, de forma autónoma, el proceso de formación de estos profesionales”[2].
De estos comentarios, es fácil extraer el hecho de que regular y mejorar las herramientas de accesibilidad es una necesidad a cubrir. Sobre todo, cuando, actualmente, toda inclusión es objeto de cumplimiento por el Estado según la ley 51/2003 del 2 de diciembre.
Herramientas de accesibilidad audiovisual y su forma de creación tradicional
Las principales herramientas de accesibilidad son la audiodescripción para personas con discapacidad visual y el subtitulado y adaptación a lengua de signos para personas con discapacidad auditiva. Actualmente, estas se generan una vez la obra ha sido terminada. Es entonces cuando un equipo externo a la producción las realiza, sin consultar con ningún departamento o responsable del proyecto a accesibilizar.
Como es lógico, esta forma de trabajo resta fidelidad a la obra e incrementa los tiempos de análisis y trabajo por parte de las empresas de accesibilidad. Un tiempo del que, generalmente, no disponen, y que deriva en una forma subjetiva de análisis cinematográfico, desvinculada de la visión de los autores de la obra.
Aun así, en España tenemos mucho camino recorrido, y crear un modelo de producción cultural inclusiva de calidad no es ninguna quimera. En lo respectivo a términos económicos, accesibilizar una película cuesta menos de 2.000 euros. Esta cantidad apenas afecta a los costes de producción, y la inversión se vuelve todavía más pequeña cuando contemplamos el número de usuarios que se incluirían en la experiencia audiovisual: solo en España hay más de 2.000.000 de personas con discapacidad audiovisual[3]. Un número que se irá acrecentando en un futuro por el envejecimiento de la población, según las predicciones de la Organización Mundial de la Salud.
Además, a esta cifra habría que sumar al resto de personas hispanohablantes con discapacidad audiovisual (más de 60 millones en todo el mundo), y las que no presentan estas condiciones, pero también pueden beneficiarse de estas herramientas: usuarios de avanzada edad, personas con carencias a nivel cognitivo, o personas que no conocen nuestro idioma y que buscan aprenderlo a través del medio audiovisual, una práctica muy extendida en la actualidad.
Por tanto, si la ley obliga a que estas medidas se pongan en práctica, y económica y logísticamente ya es viable llevarlas a cabo, solo es cuestión de crear un proceso de trabajo adecuado, que permita que las personas puedan vivir la obra tal y como sus creadores la han diseñado, tanto artística como comercialmente.
Búsqueda de objetivos conjuntos: creación, difusión y educación
Para llegar a esta meta, se requiere un compromiso desde cuatro ángulos: 1) el mundo de los creadores y productoras, 2) asociaciones de personas con diversidad y los propios usuarios, 3) las distribuidoras y televisiones y 4) las propias empresas y centros de accesibilidad.
Solo uniendo estos pilares se conseguirá crear un correcto sistema de inclusión para las personas con discapacidad dentro del mundo audiovisual; tomando en cuenta estas medidas desde el origen de la obra, no como un añadido a última hora. Además, la relevancia de la formación audiovisual ya es una obviedad dentro de la sociedad en la que vivimos, por lo que la fidelidad en la accesibilidad es primordial para el igual ejercicio de autonomía, juicio y pensamiento crítico de las personas con diversidad.
Aquí, la educación juega un papel muy importante. Por ejemplo, en el caso de que una persona ciega deseara cursar estudios universitarios de Historia del Arte, o alguna rama vinculada con el cine, y estas obras no estuvieran bien planteadas en cuanto a su accesibilidad, la persona tendría una imagen errónea de lo que está estudiando, impidiéndole una formación adecuada en este campo. En este sentido, también es importante citar la relevancia de accesibilizar contenido previo a esta nueva forma de conformar las producciones, una tarea ardua y compleja, pero necesaria para preservar nuestra cultura, nuestro patrimonio.
Sobre todo, en lo referente al cine español.
El caso del cortometraje XMILE y sus avances en cinematografía accesible e inclusiva
En el contexto español, el ejemplo más destacado es nuestro cortometraje XMILE. Es el primer proyecto que se puede ver con los cinco sentidos y que ha contado con herramientas de accesibilidad realizadas desde el equipo creativo, obteniendo un resultado fructífero a lo largo de sus más de dos años de proyecciones accesibles para todas las personas. Ahora, apoyados en los resultados de XMILE, y después de haber realizado nuevos proyectos inclusivos, se han podido concretar planteamientos en pro de la accesibilidad cinematográfica.
Estas iniciativas ya han tenido sus primeros resultados institucionales, puesto que el Instituto Valenciano de Cultura ha incluido en las subvenciones a la producción audiovisual de 2018 que “la producción entregada deberá ser accesible, para ello se debe realizar (como mínimo) una pista de audiodescripción para personas con discapacidad visual y un subtitulado especial para personas con discapacidad auditiva; de forma que, aunque carezcan de un sentido, estas personas puedan acceder perfectamente a los proyectos audiovisuales a través de estas adaptaciones”[4].
Por ello, la propuesta principal es continuar por este camino ya establecido y, además, que se reconozca el valor de la incorporación de las herramientas de accesibilidad desde el principio del proceso creativo, pensando en todos los públicos desde el origen de la obra, ya que, el no hacerlo, puede considerarse como una forma implícita de discriminación.
Estas propuestas están destinadas, sobre todo, a la creación de películas financiadas con subvenciones del estado y a los proyectos audiovisuales promovidos por las televisiones o entidades públicas, aunque también sería conveniente incluir los financiados por cadenas privadas. Por tanto, he aquí las sugerencias y medidas que, tras varios años de trabajo en el campo de la accesibilidad e inclusión audiovisual, proponemos:
Propuestas sobre accesibilidad en medios audiovisuales
Primera – Obligatoriedad del cine con accesibilidad
1 – Establecer como obligatorio que toda producción audiovisual que quiera contar con dinero público para su producción, incluya pistas de accesibilidad, como mínimo, una pista de subtitulado para personas sordas y la audiodescripción para personas ciegas. Desde 2018, este criterio ya se ha establecido en la Comunidad Valencia y puede ser extensible al resto de España, para empezar a desarrollar patrimonio cultural español accesible. En 2023, y gracias a la nueva Ley del cine y la cultura audiovisual, esto se ha logrado.
Segunda – Cine inclusivo y su avance sobre la normativa de audiodescripción y subtitulado
2a – Reconocer la parte creativa y artística de estas herramientas, tanto en el subtitulado como en la audiodescripción, pieza acústica sustitutoria de la representación visual de una obra y, por lo tanto, de gran importancia para el correcto acceso de una persona ciega o con baja visión al contenido audiovisual.
2b – En el campo de las normativas y regulaciones, debería de hacerse una profunda revisión de la normativa UNE, realizada en 2005 y alrededor de la que se han establecido parámetros de calidad que han quedado incompletos y poco actualizados frente a la realidad presente.
Una de estas modificaciones, por ejemplo, debería de ser la argumentación de que las herramientas accesibles han de surgir del diálogo entre los tres sectores implicados en el tema: el del usuario con discapacidad, el del equipo creador artístico de las obras y el del equipo profesional de la accesibilidad.
2c – Desarrollar documentación pública, sintética y de fácil acceso, que promueva el conocimiento de los códigos y normas de subtitulado y audiodescripción para todas las personas, así como estudios que señalen claramente las fuentes de los datos expuestos.
2d – Crear una plantilla para el equipo de producción donde se exprese, de forma clara y sencilla, toda la información necesaria para el desarrollo de la accesibilidad que se incorporará en las producciones. Para el desarrollo de esta plantilla, se precisa la colaboración con centros de audiodescripción y subtitulado destacados, asociaciones de personas con discapacidad y las asociaciones de productores y guionistas más representativas.
Tercera – Accesibilidad desde el origen, no como añadido
3a – Reconocer e impulsar toda accesibilidad que se desarrolle desde el inicio mediante un buen número de puntos añadidos a los de las actuales subvenciones, motivando a las productoras a que entiendan estas herramientas como un elemento más de la obra audiovisual. Estos puntos se añadirían siempre que el guion supere el 50% de los puntos otorgados en esta categoría, y el dossier de producción llegue, al menos, a un 70% en su valoración.
3b – Entender como imprescindible que, para tener un buen proyecto inclusivo (es decir, trabajando la accesibilidad desde el origen), se han de formar equipos inclusivos para el desarrollo de la accesibilidad. Estos equipos deben de ser integrados por personas del equipo creativo de la obra audiovisual, por profesionales en accesibilidad y por personas con discapacidad.
3c – Contar, en la medida de lo posible, con las personas sordociegas ya que, por la naturaleza de su diversidad, son un grupo muy marginalizado y cada vez existen más recursos tecnológicos y artísticos que fomentan su participación activa en la cultura y en la sociedad.
Cuarta – Distribución del cine accesible e inclusivo
4a – Así como los cines españoles ya cuentan con rampas y accesos para personas con discapacidad física, es importante trabajar en dirección a que las propias salas de cine puedan ofrecer contenido audiodescrito y subtitulado para sordos.
Hay que tener en cuenta que el cine es la primera pantalla de distribución de muchos proyectos, y un incentivo para el público es poder acceder cuanto antes a las obras que desean consumir.
4b – Incentivar a distribuidoras y exhibidoras cinematográficas, cuando editen materiales accesibles (DVD, Blu-Ray, plataformas de vídeo bajo demanda, etc.) o si exhiben películas españolas accesibles en salas, dando más visibilidad a estos trabajos u ofreciendo algún incentivo fiscal por su trabajo en el campo de la inclusión.
Quinta – Creación en las lenguas de España
5a – Estudiar la creación de productos accesibles en todas las lenguas oficiales del territorio español, por ejemplo, a través de contenidos para las televisiones autonómicas.
5b – La Lengua de Signos Española es una lengua Patrimonio Cultural Inmaterial y está reconocida desde 2007, por lo que habría que estudiar la mejor forma y presentación posible de las obras que cuenten con interpretación en lengua de signos; ofreciendo el óptimo acceso de las personas sordas signantes a estos contenidos.
5c – Motivar a que las cadenas apuesten por producciones accesibles de buena calidad, no únicamente por cumplir con una cuota designada jurídicamente. Actualmente, el modelo de trabajo es subcontratar a una empresa de subtitulado que trabaja con una rapidez que no permite corregir un gran número de erratas, lo que se traduce en la imposibilidad para las personas sordas de poder entender muchos contenidos subtitulados.
5d – Mejorar la identificación de los contenidos audiodescritos, subtitulados o en lengua de signos, para que las personas con discapacidad sepan cuáles son y a qué hora los emiten.
Sexta – Distribución y publicidad accesible e inclusiva
6a – Promover que los festivales subvencionados con dinero público incluyan proyecciones de películas con accesibilidad y, en su palmarés, reconozcan al proyecto con mejores medidas accesibles o inclusivas, fomentando la creación de nuevos trabajos en este campo.
6b – Diseñar campañas de formación cultural dentro de las asociaciones de personas con discapacidad, para dar a conocer las nuevas tecnologías y técnicas que les permitirán un mejor acceso a estos nuevos productos. Esto fomentará el consumo, ya que muchas personas con discapacidad desconocen las iniciativas inclusivas que se realizan actualmente, y todavía no sienten que la oferta cultural esté dirigida también a ellos. En este sentido, el formato del cortometraje es clave, dado su menor presupuesto y su breve duración.
Séptima – Educación y fomento
7a – La educación en la plena inclusión es clave en el desarrollo de un nuevo enfoque social y vital. Por ello, es muy importante realizar, en escuelas y universidades, campañas de sensibilización e información sobre esta innovadora forma de crear contenido audiovisual, ya que la motivación de las nuevas generaciones frente a este nuevo enfoque social es precisa para generar un mayor impacto. Incluso sería positivo hablar de accesibilidad dentro de los programas escolares de alfabetización audiovisual.
7b – Establecer y regular la asignatura o Certificación de Experto en Accesibilización Contenidos Culturales; una rama que actualmente es difusa y favorece el empobrecimiento de las herramientas de accesibilidad audiovisual, por no tener una formación adecuada, ni un proceso de trabajo regulado y fiel a la obra.
Octava – Cooperación internacional
8a – Fomentar la cooperación internacional con la comunidad de habla hispana, para compartir formación y productos culturales accesibles, estableciendo un mayor campo de acción inclusiva, aprendiendo y aportando conocimientos entre los distintos países. Esto se realizaría a través del Instituto Cervantes o entre las distintas Academias Cinematográficas Nacionales.
Novena – Información accesible
9a – Desarrollar un sitio de internet accesible (antecedente financiado por la Unión Europea, http://www.adlabproject.eu) y dependiente del Ministerio de Cultura, donde las personas con discapacidad expresen sus necesidades frente a los productos accesibles, encontrando formas específicas de mejorar estos recursos para:
- Anunciar, de forma accesible, contenidos audiovisuales públicos, tanto para su disfrute online como para su disfrute en salas de cine accesibles.
- Incluir los informes de fácil lectura y medidas básicas de accesibilidad para que, cualquier persona interesada en la inclusión audiovisual, pueda acceder a investigar o a crear en este campo.
- Ofrecer estadísticas de cuántas películas accesibles son realizadas con dinero público y datos que identifiquen las fortalezas y errores de la accesibilidad realizada en el proyecto, de cara a mejorar en los siguientes. Estos datos también se incluirán en los números actuales del Ministerio de Cultura y en la web de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas.
9b – Desarrollar y encargar la accesibilización de films clásicos del cine español, los cuales podrían ser visionados a través de dicha web.
[1] CERMI estatal (diciembre 2015). “Propuestas de mejora del marco normativo de la accesibilidad audiovisual”, coordinado por Ángel García Castillejo. Pág. 202.
[2] http://www.cesya.es/formacion
[3] Encuesta de Discapacidad, Autonomía Personal y Situaciones de Dependencia 2008 (INE)
[4] RESOLUCIÓN de 30 de abril de 2018, del presidente del Institut Valencià de Cultura, por la que se convoca la concesión de ayudas para la producción audiovisual. [2018/4314]