Un águila dorada viaja a Pekín desde su bosque natal. Allí se une a dos gatos que intentan festejar la "Hora de los Animales". Un relato conmovedor que explora la pérdida de la inocencia frente a la realidad de la vida urbana.
La hora de los animales
Había una vez un águila dorada que vivía en las afueras de Pekín. Al ser tan devota de su tierra, cuando llegaba el cambio de estación y tenía que migrar, ideaba mil excusas para demorarse. Pretextos que la habían distanciado del resto de sus compañeras, que desde hacía años habían dejado al águila por imposible.
Ese amor que profesaba por su bosque natal era superado únicamente por sus ansias de visitar Pekín. Solo con mirarla desde lejos, la ilusión hacía que todas sus plumas le picaran. ¡Qué ganas tenía de sobrevolar la gran ciudad! No obstante, y aunque su ansia era fuerte, sabía que nunca podría cumplir su sueño, ya que una muralla de humo negro separaba al águila de sus deseos. Ella conocía los peligros de cruzar el muro, pues muchos animales que intentaron hacerlo habían caído ahogados a mitad del trayecto.
De esta manera vivió durante años, imaginándose el interior de Pekín cada noche, hasta que llegó 2020 y ocurrió lo nunca visto. El humo de la ciudad se disipó y el águila no podía creerlo. ¡Tenía que aprovechar la oportunidad! Sin dudarlo un instante, saltó desde su nido y batió sus alas en dirección a la ciudad. Continuar leyendo «Cuento 3: La hora de los animales»