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Audiodescripción de las ilustraciones de «Un confinamiento de cuentos»

Antes de publicar los cuentos que componen el libro, en este artículo voy a describirte el estilo con el que Alejandro Colucci ha ilustrado Un confinamiento de cuentos. De ese modo, en cada relato me limitaré a audiodescribirte la imagen que acompaña al cuento, puesto que su línea estética siempre será la misma.

Consideraciones generales

Una de las premisas de Un confinamiento de cuentos es que su propio diseño traiga consigo un aroma nostálgico, retro, que recuerde a los libros antiguos. Por este motivo, se ha evitado dibujar en tinta o con plumilla, huyendo de un aspecto similar a los trazos de un cómic, que es donde más se emplean estos recursos.

Así, los elementos que ha empleado Alejandro Colucci para componer la totalidad de las imágenes son un lápiz y un papel. ¡Es increíble todo lo que se puede transmitir si estos dos objetos los utilizan las manos adecuadas! Cuando la ilustración está terminada, Alejandro la escanea y la vuelca en el ordenador. Durante este proceso, intenta no contrastar mucho los tonos grises de los dibujos para evitar que resulten excesivamente limpios o definidos, lo cual les restaría ese toque vintage, casi de imprenta antigua, que buscamos. Una vez la imagen está digitalizada, Alejandro le da el toque final en Photoshop.

En resumidas cuentas, esta es la base de todas las imágenes que encontrarás en el interior del libro: lápiz y tonos en blanco y negro. Ahora, puede que te estés imaginando a nuestro dibujante con el clásico modelo Staedtler Noris de madera en negro y amarillo entre sus dedos. Nada más lejos de la realidad, pues Alejandro ha trabajado Un confinamiento de cuentos con dos tipos de portaminas. Uno de 0.9 milímetros para las líneas generales y uno de 0.5 milímetros para recrear las sombras y los detalles más laboriosos. La textura del resultado es muy similar a la que se puede obtener con un lápiz tradicional, pero con los portaminas se ha podido ganar en detalle y precisión.

Los dibujos más pequeños: las pistas

En el caso de las pistas que preceden a los cuentos, están concebidas como si fueran un logo que se asocia a cada uno de ellos. La idea es que las pistas remitan a una marca publicitaria, por lo que no se ha dibujado ningún tipo de fondo detrás del elemento principal, dando una mayor sensación de limpieza en el diseño.

Ejemplo visual de una de las pistas:

Pista del cuento «La sección C».
Detalle y precisión: las ilustraciones finales

Las ilustraciones finales parten de la misma premisa que las pistas: dibujos en blanco y negro a lápiz sobre papel, que luego se escanean. En este caso, se ubican al final de cada cuento a modo de síntesis. Son láminas mucho más complejas que las anteriores con fondos ricos en detalles y matices a las que Alejandro ha incorporado un curioso efecto visual.

Dicho efecto consiste en aplicar sobre la ilustración, y a través del Photoshop, una textura aguada con témpera negra que ha escaneado de forma previa. Al superponer dibujo y textura, esta capa actúa como una enorme mancha que cubre y oscurece la imagen al completo. Entonces, Alejandro se dedica a desvanecer esta mancha en aquellos lugares donde el dibujo ha de tener mayor presencia, como si estuviera disipando una densa bruma para desvelar los secretos que esta escondía.

Su técnica contrasta con la que se emplea tradicionalmente, que supone ir oscureciendo el dibujo gradualmente. Nuestro artista comenta que la fusión del lápiz y la témpera, sumada a las luces ganadas artificialmente al borrar la mancha oscura, refuerza el efecto vintage que buscamos en Un confinamiento de cuentos.

Ejemplo visual de una de las ilustraciones finales:

Ilustración del haiku «Sobre la fantasía».

Color y complejidad: la portada del libro

Ya hemos visto que el trabajo de Alejandro en este libro, aunque concluya de forma digital, es muy orgánico. Lápiz, papel… y esto también se traslada a la portada de Un confinamiento de cuentos.

Su proceso de diseño comienza igual que siempre: bocetos y trazos en papel hasta llevarlo todo al ordenador. Una vez abierto el Photoshop, y para ganar ese toque realista y espectacular, Alejandro juega con otra técnica. Esta consiste en mezclar fotos, texturas, dibujos y pintura digital en un collage caótico de innumerables capas distribuidas por el lienzo virtual. En una fase posterior, Alejandro moldea esa imagen, cuidando cada detalle para convertir todo ese maremágnum en una ilustración nueva y única. Por este motivo se define a sí mismo como «un pintor intuitivo que, además, usa herramientas digitales».

Portada
Portada del libro Un confinamiento de cuentos, realizada por Alejandro Colucci.

En un bosque, Bújbuk el Cuentacuentos se encuentra tumbado sobre un manto de césped. Apoya su espalda y su cabeza en el grueso tronco de un viejo árbol que tiene una copa frondosa y verde. Bújbuk —cuya descripción puedes leer en este cuento— está situado en el centro de la ilustración, con el cuerpo estirado hacia la izquierda de la imagen. Sujeta un libro con su mano diestra. Su título es Un confinamiento de cuentos.

En la sección derecha de la portada, muy cerca del tronco, descansa una enorme y usada maleta marrón de la que, tímidamente, sobresalen un par de papeles. Está apoyada sobre su base, con el asa a la altura del rostro de Bújbuk. Justo entre el Cuentacuentos y su maleta, un cuenco descansa sobre el césped. Está lleno de partículas de coronavirus en colores negro y rojo, y tienen el tamaño de un pomelo.

Con la mano izquierda, Bújbuk sostiene una de las partículas de covid-19, observándola mientras se relame con una sonrisa. Su comodidad se traslada no solo a su posición y a su expresión, sino a que también está descalzo, mostrando sus pies con tres dedos alargados en forma de punta. Además, a ambos lados del tronco, revolotean algunas abejas, pero a Bújbuk no parece importarle.

A lo lejos, y en la sección izquierda de la imagen, se levanta una ciudad. ¿Podría ser Valencia? Aquella torre alta parece el Micalet…En cuanto al bosque, este se extiende por el lomo y la contraportada, sobre la que se han colocado la sinopsis, el código de barras y los logotipos de la editorial.

En general, la portada ofrece colores alegres y juega con los verdes, azules claros en el cielo lleno de nubes blancas, marrones… El título del libro está situado en el tercio superior de la ilustración, en la copa del árbol. Está coloreado en amarillo y se ha maquetado con la tipografía Milonga. Esta tiene un estilo artístico, serif y remite a los cuentos clásicos. Es la que hemos utilizado como logo y como la primera letra —o letra capitular, más grande que las demás— con la que empieza cada cuento. Bajo el título se halla el nombre del autor, situado justo debajo de la palabra «cuentos». Está escrito en tipografía Georgia, que es la que se ha empleado para todo el interior del libro. Es una tipografía serif muy utilizada en los libros actuales.

Como curiosidad, la tapa del libro que Bújbuk sostiene es exactamente igual a la que te acabo de describir, por lo que la propia imagen es un bucle infinito en el que Bújbuk lee un libro, con una portada en la que Bújbuk lee un libro, con una portada en la que Bújbuk lee un libro, con una portada en la que…

Tras describirte el aspecto del libro, ¡empezamos con los cuentos!

Autor y © del proyecto y los textos: Miguel Ángel Font Bisier