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Cuento 14: Las Lágrimas de Dios

Acompaña a Khalim en su viaje de redención y descubre el fascinante secreto detrás de "Las Lágrimas de Dios". Un relato donde el amor, la ambición y la naturaleza se entrelazan, mostrando que cada acción tiene consecuencias inimaginables. ¿Te atreverás a desvelar el misterio y cambiar el destino de estas criaturas mágicas?
Ilustración a color de un escorpión dorado.

Las Lágrimas de Dios

Hace tiempo nació un secreto que, por fin, puedo revelarte: muchos siglos atrás, en África, los escorpiones eran muy diferentes a como los conocemos hoy en día. Canturreaban, descansaban junto a las chozas de los humanos y no expulsaban veneno. De hecho, ni siquiera tenían cola y de su dorso emergía una pequeña válvula que producía un fluido dorado. Este recubría a los escorpiones y les daba un aspecto brillante, por lo que fueron bautizados como las Lágrimas de Dios.

Si bien es cierto que trataron de estudiar su ciclo de vida, los humanos jamás habían visto morir a un escorpión. Era como si aquellas criaturas tan doradas como escurridizas, cantarinas y bondadosas, gozaran del don de la inmortalidad. Por esta razón, y por el efecto que causaban cuando paseaban entre la hierba, reflejando tímidos destellos de luz, las Lágrima de Dios fueron consideradas designios de buena suerte a las que brindar el máximo cuidado y veneración. Los adultos oraban junto a ellas, mientras que los niños jugaban con sus tenazas, a lo que los escorpiones respondían con pellizcos llenos de ternura. Sin embargo, en una noche de lluvia otoñal, un joven escriba llamado Khalim lo cambió todo. Continuar leyendo «Cuento 14: Las Lágrimas de Dios»

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Tutorial: Audiodescripción de tres ilustraciones

En este artículo te ofrecemos tres audiodescripciones de ilustraciones realizadas por Alejandro Colucci para nuestro libro Un confinamiento de cuentosAntes de continuar, recuerda que el estilo visual de las ilustraciones está descrito en este enlace.

¡Comenzamos!

Ilustración 1:

Esta imagen está dividida en tres fragmentos horizontales, de igual proporción y cuyas fronteras se mezclan entre sí. Empezando desde el tercio inferior, se representan las manos de Dios y Adán que pintó Michelangelo Buonarroti en la Capilla Sixtina. Por la mano de Adán, situada a la izquierda de la ilustración, corre un niño hacia el extremo del dedo índice de la pintura, el cual está casi a punto de rozar el dedo, también extendido, de Dios. El chiquillo, ataviado con camiseta, pantalón largo y zapatillas, corre con los brazos abiertos y con una sonrisa en la boca, pues, por la mano de Dios, una niña se dirige hacia el joven con la misma actitud. Ella lleva coleta, viste una camiseta ancha sin mangas, pantalones cortos y zapatos. Continuar leyendo «Tutorial: Audiodescripción de tres ilustraciones»

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Cuento 13: La Sección C

Descubre el intrigante viaje de Antoine, donde la realidad se entrelaza con lo desconocido. Una odisea que cuestiona nuestra existencia y el precio de la paz.
Pista del cuento «La sección C».

La sección C

1: Antoine

Antoine recibió su nombre en homenaje al autor de El Principito. Tenía trece años, pero la pubertad aún no le había visitado. No obstante, sus largas y flacas piernas denotaban el cambio que estaba a punto de darse en el joven parisino.

De pocas palabras y muy observador, Antoine era muy querido por su familia, que constaba principalmente de los tres habitantes de su hogar: su madre, Adèle, su padre, Maurice, y su gato Isidore. De ellos, había aprendido mucho. Adèle le había inculcado su amor por los tebeos y la literatura en general. Su afición por el cine llevaba el sello paterno. Por último, gracias al atigrado Isidore, había adquirido un gran sentido de la responsabilidad, perdiendo, entre otras cosas, el reparo a limpiar los deshechos del animal. Continuar leyendo «Cuento 13: La Sección C»

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Cuento 12: La dama del cuadro

Tras un encuentro inusual en un museo, Daniela se ve atrapada entre dos mundos en una historia que fusiona el arte contemporáneo, la magia y la reflexión sobre las decisiones que definirán nuestras vidas.
Pista del cuento «La dama del cuadro».

La dama del cuadro

En 2020, un virus paró el mundo y los museos perdieron a su ya de por sí menguado público. Enfermos de soledad, los cuadros languidecieron y se llenaron de polvo esperando a que alguien los volviera a visitar.

Pasó un año y llegó la «nueva normalidad». Las personas volvieron a sus vidas y, aunque los gobiernos decretaron que solo se podía ocupar la mitad del aforo de los establecimientos, las galerías de bellas artes nunca tuvieron problemas de afluencia. Todo lo contrario que los bares.

Sin embargo, Daniela continuó con su tradición de visitar el Museo de Arte Contemporáneo de la ciudad. Al igual que muchas jóvenes de su edad, era usuaria de Ligotea, una app de contactos, y le gustaba organizar sus primeras citas frente a uno de los cuadros del lugar. Este enorme lienzo presidía la sala número tres de la galería y representaba a una mujer del siglo xix que leía un libro de espaldas al público. Frente a la dama, y abierta de par en par, estaba la puerta de su casa. Esta daba paso a un camino de piedras y hierba, que llegaba hasta una casita de campo rodeada de árboles. Continuar leyendo «Cuento 12: La dama del cuadro»

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Cuento 11: Precio y Valor

En la encrucijada entre el precio del éxito y el valor de la amistad, dos amigos descubren que el verdadero triunfo radica en reconciliar el corazón y la mente con los números y el amor.
Pista del cuento «Precio y valor».

Precio y Valor

Dos grandes amigas tuvieron a sus hijos casi a la vez. Les pusieron Pedro y Víctor, pero en el cuento los llamaremos Precio y Valor.

Precio y Valor pasaban las tardes el uno en casa del otro, y el otro en casa del uno, jugando a la consola y buscando memes por internet. Sus madres celebraron que la amistad que las unía trascendiera también a sus hijos, y asistieron encantadas al nacimiento de un estrecho vínculo entre ellos, que se fortaleció durante los primeros años de instituto. Allí, Precio y Valor se convirtieron en inseparables. Eran la primera persona a la que llamaban para compartir las buenas noticias, y el hombro en el que apoyarse cuando había problemas. Continuar leyendo «Cuento 11: Precio y Valor»