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Lo que la inclusión me ha enseñado – Historia de un cambio (capítulo 7)

7: ¿Y SI LA INCLUSIÓN PUDIERA MEJORAR EL ARTE?

Empecé a escribir Tiempo de Blues en febrero de 2017.

Mi abuelo sufría de demencia y convivir con él era una situación emocional muy complicada. Esta fue la chispa que me hizo crear el primer borrador, aunque mis fuerzas estaban centradas en XMILE, así que archivé el texto durante unos meses.

Imagen 41: Ilustración de Tiempo de Blues, por Weaddyou y Carmen Calvo.

Este parón vio su fin tras la comparecencia en el Senado. Ahí fue cuando me sentí preparado para desempolvar Tiempo de Blues.

No solo quería realizar un homenaje a mi abuelo: había algo más, y era seguir explorando las reformas en accesibilidad audiovisual que había estado defendiendo durante ya casi un año. Necesitaba estar seguro de que nuestras propuestas no estaban escritas sobre papel mojado.

-UN PROYECTO COMPLEMENTARIO, PERO DIFERENTE-

XMILE y Tiempo de Blues no son iguales, pero se complementan entre sí. Mientras que el primero era un cortometraje dirigido a un público más adulto, accesible y multisensorial, Tiempo de Blues fue diseñado como un proyecto para todos los públicos e inclusivo desde el origen.

No obstante, ambos siguen las mismas directrices en cuanto a accesibilidad y la temática de los guiones sigue sin abordar el mundo de la discapacidad. Nuestra intención era crear otro cortometraje profesional que fuera concebido para que las personas con discapacidad tuvieran cubiertas sus necesidades para disfrutarlo en igualdad.

En paralelo, queríamos utilizar la experiencia adquirida para formalizar un nuevo sistema de trabajo que conectara a los creadores con las compañías de accesibilidad. Esta fue la razón por la que abandonamos la perspectiva multisensorial de XMILE, ya que no era posible convertirla en un estándar de producción.

Imagen 42: fotografía de Tiempo de Blues.
-TIEMPO DE BLUES-

La trama de Tiempo de Blues es la siguiente:

Tiempo de Blues describe los momentos en los que parece que nada tiene solución y el corazón late frágil, pero lleno de rabia, marcando un ritmo extraño.

Fa, una niña de once años, está pasando por uno de esos momentos y corre, desesperada, por las calles de la ciudad. En sus manos, un reloj de bolsillo que no funciona. Es un regalo de su abuelo, y se ha parado justo cuando el anciano ha ingresado en el hospital. Guiada por sus ideas infantiles, Fa emprende una aventura para arreglar el reloj y salvar a su abuelo…”

Imagen 43: fotografía de una escena eliminada de Tiempo de Blues. Por Ruth Dupiereux.
-EL PRIMER PROYECTO INCLUSIVO-

Tiempo de Blues es inclusivo, porque se concibió teniendo en cuenta su accesibilidad desde el principio, pero esa no es más que una parte del significado de la palabra inclusión.

Como hemos visto antes, muchas personas con discapacidad se habían acercado a nosotros con voluntad de participar en las siguientes producciones, y esto es un dato muy importante a varios niveles.

El primer nivel es que, al contar con algunos de los futuros usuarios de las herramientas de accesibilidad, pudimos conversar con ellos largo y tendido antes de empezar el rodaje.

Intercambiamos opiniones y escuchamos, sobre todo, las observaciones que nos ofrecían acerca de qué es lo que podía mejorarse en audiodescripción, subtitulado e interpretación en lengua de signos. Esto hizo que no solo fuéramos capaces de planificar mucho mejor la accesibilidad del proyecto, sino que pude incluir varios detalles y recursos en el propio cortometraje dirigidos a las personas con discapacidad sensorial.

-PERSONAJES Y SONIDO-

Por ejemplo, hicimos que Jota, el coprotagonista de la historia, tuviera un llavero metálico colgando en su cinto. Así, las personas ciegas podían distinguir fácilmente cuándo el personaje se movía.

Detrás de este añadido había un matiz que descubrimos después: ya que Jota es un manitas, el llavero reforzaba la identidad y la credibilidad del personaje no solo para las personas ciegas, sino para todos los espectadores.

Imagen 44: Jota intenta arreglar el reloj de Fa. Por Miguel Serrano.

Otro ejemplo fue la cantidad de tiempo que invertimos en diseñar el ritmo del cortometraje. El principal motivo era que la audiodescripción pudiera acoplarse perfectamente, sin renunciar a la fluidez de nuestra historia.

Al editar Tiempo de Blues desde esta perspectiva, pudimos identificar fácilmente las secuencias que no funcionaban, arreglándolas o, directamente, eliminándolas.

Imagen 45: palomitas en la barra de la sala El Loco Club, set principal del corto. Por MIguel Serrano.

Pasemos ahora a una de las partes más difíciles. Como su propio nombre indica, Tiempo de Blues tiene un alto componente musical, además de muchas referencias y metáforas al respecto. Es más, en una de las escenas más importantes del corto, los acordes que Jota interpreta en una vieja guitarra son clave para entender el mensaje principal de la trama.

¿Cómo se podía trabajar esta secuencia para incluir a las personas sordas?

Imagen 46: la guitarra que Jota emplea en el cortometraje fue construida por Guitarras Raimundo. Por Miguel Serrano.

Antes de nada, me reuní con varias personas sordas. Junto con ellas, arreglamos los diálogos para utilizarlos como apoyo, pero lo más satisfactorio fue traducir los acordes de la guitarra en imágenes.

En cuanto a los recursos visuales, empezamos diferenciando los acordes a través del tipo de plano, encuadre y óptica con los que los grabamos.

Imágenes 47, 48 y 49: los diferentes tipos de escala de plano, de más abiertos a más cerrados, contribuyen a diferenciar los acordes.

Para los acordes mayores, empleados generalmente para transmitir alegría o fuerza, utilizamos un plano americano y una óptica angular (24 mm). Los acordes menores, más intimistas y asociados a la tristeza, los representamos con un plano medio rodado con una óptica más cerrada, en concreto, de 50 milímetros. El acorde más amargo y disonante, el blues, fue grabado en primer plano con un teleobjetivo de 85 milímetros, desenfocando mucho el fondo. Por último, cabe destacar la interpretación de José Manuel Casañ (Jota), que diferenció mucho la forma de rasgar cada uno de los acordes, de más firme a más delicada.

Imágenes 50, 51 y 52: recuerdos, colores y las estaciones del año en Tiempo de Blues.
-RECUERDOS Y SENTIMIENTOS-

También conectamos cada uno de los acordes a los sentimientos y recuerdos de Fa. Dichos recuerdos, además, suceden en una época distinta del año. Así, los acordes mayores son representados por momentos felices en primavera, los acordes menores se asocian al otoño y a la nostalgia y el acorde blues se muestra con una discusión en invierno. Asimismo, cada sentimiento se representa a través de un color: naranja para la felicidad, blanco y negro con tinte morado para la nostalgia y rojo para la ira.

La suma de estos y muchos otros detalles, invisibles para el espectador, hace que Tiempo de Blues envuelva a su público en una atmósfera de cuento de hadas, sugiriendo las preguntas:

¿Jota existe realmente o es producto de la imaginación de Fa? ¿Cuánto de lo que hemos visto ha ocurrido únicamente dentro de la cabeza de la niña?

Imagen 53: claqueta de Tiempo de Blues. Por Ruth Dupiereux.

Queda probado que trabajar un proyecto desde una perspectiva inclusiva no traiciona a la obra artística, hasta la puede mejorar.

Capítulo 8: Nihil de nobis sine nobis
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